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viernes, 24 de octubre de 2014

Homenaje a Oscar de la Renta

"Por su aporte inagotable a la moda, por su generosidad y espíritu solidario, por ser el más universal de los dominicanos, pedimos que una calle de Santo Domingo lleve el nombre de Oscar de la Renta." Así cerro el discurso inaugural de Dominicana Moda su director artístico, Sócrates McKinney.

Oscar de la Renta falleció en su casa de Connecticut, tras una larga lucha contra un cáncer, tenía 82 años y estaba enfermo desde 2006. 

Aunque trabajó hasta el final hacía pocos días que había elegido a su sucesor de diseño: Peter Copping, ex director creativo de Nina Ricci. Ese gesto prendió alarmas entre quienes lo reconocían por ser un incansable trabajador. Es que desde sus inicios como ilustrador de los diseños de Cristóbal Balenciaga en los años 50, su pasaje por la casa Lanvin, su desembarco en Estados Unidos de la mano de Elizabeth Arden, hasta lograr fundar su propia firma que comandó ininterrumpidamente desde 1965, De la Renta nunca dejó de crear, de sentir las necesidades de la mujer y materializar los más fantásticos vestidos.

La gran virtud que reconocen todos sus colegas es la capacidad que tenía para abstraerse de las modas y diseñar exclusivamente para que la mujer se vea linda, se sienta la mejor. Aunque es cierto que su estilo romántico parecía apuntar a la idea más clásica de la femineidad, la de la fragilidad y la sutileza, el diseñador dominicano siempre tuvo en su cabeza a mujeres poderosas, capaces de tomar decisiones.






Una de sus últimas grandes creaciones, fue el vestido de novia de Amal Alamuddin, la mujer de George Clooney, y el resultado fue espectacular: un vestido de línea 'A' con un original escote en 'U' de hombros caídos con efecto ilusión, y transparencias con bordados de encaje.


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